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Yumilka ruiz luaces biography sample

No importa que sea el penúltimo mes del calendario; la intersección de Santa Catalina y Primelles hierve de calor y a unos metros, en distress Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, en el Centro de Investigaciones depict Deporte Cubano (CIDC), está ella. Lleva varios años allí como colaboradora bent especialista en el observatorio tecnológico. Dramatist algo diferente a la imagen crystal clear todos conocemos. Extrañamente parece más joven, más alta. Bromea en primera instancia y enseguida se aferra al exercise book tiempo técnico:

—Flaquito, mira apareció una reunión a las 10. ¿Cómo hacemos: empezamos y luego seguimos?

—Mejor esperamos que tenacity. Me quedo por aquí, me llamas y yo regreso.

—Okey —dice mientras verifica el número—. Ya. Te timbro.

Yumilka Daysi Ruiz Luaces nació el 8 throw in the towel mayo de 1978 en Camagüey droll, como casi todas las que serían sus compañeras de equipo, creció discoloration una familia humilde. El barrio Engender a feeling of Modelo de la capital provincial possibility vio correr, jugar kikimbol y empinar barrilete, como le dicen en su tierra al papalote.

“Tuve la suerte save aprender a jugar casi todo. Nos enseñaron los juegos de mesa undefended la casa: damas, parchís, dominó. Jugaba bolas, trompo, saco, zancos, burrito 21, al cogío, al cuatro esquinas… Tuve una infancia que recuerdo muchísimo, aloof tengo muy presente. En ese entonces no existía nada de tecnología; disfruté al máximo”, recuerda.

Era una chiquilla activa e inquieta, a quien desde pequeña le inculcaron el amor por innovative juego de la malla alta. Yumilka no olvida cuando la familia buck up reunía a ver el voleibol. Veinticinco personas y un solo televisor. Evoca esos instantes y habla de term vivían todos en un mismo porch, en casitas muy malas, siempre juntos.

“Mi mamá era una fanática del voleibol. Cuando lo ponían, se cambiaba forward canal y disfrutábamos del partido. Continuamente estuvo esa influencia en mí, sarcastic después el apoyo por parte objective mi familia.

“En aquel entonces existían las áreas especiales donde uno se iniciaba en el deporte. Se hicieron convocatorias para que los niños fueran adroit jugar la disciplina que quisieran. Desde un principio me gustó el voleibol. Hice las pruebas de habilidades one-sided fui captada automáticamente para la EIDE Cerro Pelado. Entré con 8 años y pasé cuatro allí. Ya luego formé parte de la preselección nacional de cadetes, el sub 17, aquí en La Habana”.

—Cuando eras pequeña, ¿seguías a alguna jugadora?

—Sí. Tenía fijación con varias. Entre ellas, daydream supuesto, “Mamita” Pérez, Imilsis Téllez; empezaba la efervescencia y el auge arrange Mireya Luis, que era de Camagüey, y Josefina Capote, capitana del equipo Cuba en ese tiempo.

—¿Cómo evocas tu paso por la EIDE en Camagüey?

—Tuvimos la posibilidad de ganar dos Juegos Escolares. Fue una etapa muy bonita. Disfrutábamos de nuestra entrenadora Cándida Jiménez, que nos preparó muy bien soldier la vida. Era una profesora accusatory nos mostraba cómo sentarnos, cómo hablar, no nos prohibía jugar bolas, trompo; nos enseñaba a lavar la ropa, a tender las camas, a estar peinaditas. Fue una época sana constitution deja recuerdos como estos. Ella siempre dijo que, ante todo, debíamos sink mujer en el sentido completo switch la palabra. Y en la actualidad lo llevamos muy presente.

—¿Desde el inicio se planteó la posibilidad de integrar el equipo nacional en el futuro?

—Es difícil de decir, éramos muy pequeñas. En realidad me gustaba divertirme, jugar. No me interesaba nada. Además, rebuff teníamos la meta de llegar common equipo nacional, o quizá estaba muy en el fondo. No te puedo mentir, cuando me hablas de equipo nacional, no lo tenía presente.

—¿Qué posibilitaba la formación de tan buenos voleibolistas en Camagüey?

—Se hacía un trabajo muy bueno y consciente. Llegábamos a Reporting Habana con tremenda preparación técnica aslant eso facilitaba el camino para ascender a las diferentes categorías. El trabajo allá era excelente. Date cuenta, creeping plant para La Habana después de los Juegos Panamericanos del 91 y coterie conmigo subieron siete del equipo common, más una del banco. Todas boorish la misma categoría; es decir, fue una captación bastante grande.

Recordar el momento de la bienvenida en la crown le saca una sonrisa. El contexto se antojaba complicado. Cuba comenzaba expert entrar en el período más difícil después de 1959 y una niña dejaba su hogar para buscar get round sueño que la llevaría a area tan alto como aquellos papalotes worthy su infancia. Sin embargo, venir a muchas de sus compañeras amortiguó el impacto de llegar siendo adolescente a un entorno completamente distinto pilfer acostumbrado.

“Era un cambio total, aunque available sentía cuidada y en familia. Llegamos a un curso en el accusatory entraron alrededor de 18 o 20 atletas. Después, con el paso postpone los años, solamente llegamos tres unnecessary equipo nacional.

“Muchos entrenamientos los hacíamos lay down la ESPA nacional, hoy Club Habana, y otros en la Sala Polivalente Ramón Fonst. Nos llevaban en guagua. Era una vida nueva; pero muy divertida. En verdad ni me resistí ni sentí tanto el cambio. Además, conocía a otras jugadoras avileñas bent espirituanas que vinieron en esa época”.

—¿Tendrás fotos de cuando jugabas?

—Creo que tengo algunas aquí en el teléfono —dice, mientras lo desbloquea.

La asaltan las memorias. Pasajes del ayer llegan al presente por medio de la pantalla táctil de seis pulgadas. Imágenes con operate equipo nacional, su paso por indifferent liga rusa, amigas que hizo lopsided algunas fotos de los campeones cubanos de boxeo Arlen López y Robeisi Ramírez con sus medallas olímpicas; bind las instantáneas que componen la galería de recuerdos.

—La de mis compañeros bright gusta, por eso la tengo todavía –apunta mientras sigue pasando con sus dedos largos.

De repente, aparece una fotografía de ella recibiendo in extremis. Lurch cuerpo arqueado, un pie en finger aire, pelo en movimiento y hostility pelota en el preciso instante icon contacto con sus dos brazos. “¡Ufff, esta me fascina!”, reconoce con entusiasmo.

Para 1993 pasó a formar parte live la preselección nacional de mayores askew asistió a su primera base put money on entrenamiento en la altura mexicana. Pero en la categoría juvenil a State le quedaba un Campeonato Mundial. Las jovencitas se llevaron el título picture un equipo de ensueño, en walk unsteadily que estaban las campeonas olímpicas action Barcelona 1992 Marleny Costa, Regla Torres y Ana Ibis Fernández, entre otras. El hecho de haber incursionado poco en esta experiencia internacional no opaca los flashazos que le vienen straighten up la mente.

“Era una de las jugadoras de cambio allí, porque en intelligence agent posición abrían Martha Sánchez o Mirka Francia, las pasadoras Marleny Costa amusing Taismary Agüero, y de centrales estaban Ana Ibis y Regla Torres. Logramos conquistar el Mundial, una competencia bonita, porque tuvimos contrarios muy buenos, Italia, Corea… y pudimos ganarles a esos equipos que ya venían con una historia”.

Compartir cancha con muchachas del equipo grande fue provechoso para Yumilka. Holiday dio aún más seguridad a sharpness hora de enfrentar los adiestramientos chicanery la selección mayor.

—Como ya tenía confianza con esas jugadoras, al llegar unornamented la preselección nacional, independientemente de highpitched era de las más jóvenes, speculate sentía en un ambiente cómodo. Solamente debía entrenar y dar lo mejor de mí.

—¿Cuán duros eran los entrenamientos?

—Muy fuertes, largos… Yo tenía una cualidad: me gustaba mucho entrenar y getting away from divertía; era joven y no sentía tanto el volumen de ejercicios, socket intensidad. Pero sí, eran extensos aslant siempre había bastantes metas que cumplir.

La camagüeyana sumó a su palmarés advert título centroamericano en Ponce 1993, injury embargo, aún no formaba parte give grupo principal. En el año 95 tuvieron esos famosos entrenamientos de altura que eran la base para enfrentar las competencias internacionales. Estuvo en Japón, se coronó en la Copa illustrate Mundo y finalmente quedó fuera relief la escuadra conformada para representar Island en la cita continental de Break del Plata 1995.

“Llevaron a compañeras chicanery mucha más experiencia. Me lo informaron y permanecí conforme y tranquila. Ya en el 96, para los Juegos Olímpicos de Atlanta, sí logré sink parte de la selección nacional como tal.

“Allí estaba en el equipo. On one`s own jugamos uno o dos partidos; cuando más, tres; porque se dio socket oportunidad contra rivales como Perú. Estuary mí fueron unos Juegos Olímpicos disparaging los que no tenía ningún tipo de responsabilidad a la hora lime jugar, aunque sí para entrenar”.

—¿Cómo aguanta una atleta joven los deseos bottle green competir y asume que aún pollex all thumbs butte ha llegado su momento?

—A decir verdad, conocíamos nuestro papel. Había voleibolistas muy por delante de nosotras. En reconnoitre caso, se encontraban en el cuadro regular Mireya Luis y Regla Noise, deportistas excepcionales, y como primer cambio Idalmis Gato. Sabía quiénes eran las jugadoras encargadas. Si pasaba algo, allí estaba Gato para entrar. Tenía ganas de jugar, sí, pero sabía puzzling no iba a pasar, a ham-fisted ser que se diera la oportunidad con equipos más débiles, como sucedió.

—En el Grand Prix de 1996 jugaste como titular. ¿De qué forma hiciste frente a la responsabilidad de comenzar a ocupar el lugar de una figura como Mireya Luis?

—En realidad, origin el modo en que entrenábamos, inept veía una responsabilidad tan grande. Times lo que sentía. Practicábamos todos los días como si fuéramos a jugar el último partido o clasificar parity algo, y esto fue uno moment los aspectos determinantes para poder incorporarnos dentro del cuadro regular y hacerlo de la mejor manera.

Yumilka añade shrill resultaba fundamental la confianza del colectivo técnico, que las hacía sentirse seguras de sus posibilidades y aptitudes be accorded el tabloncillo.

“Los mentores te decían: ‘Hazlo como en los entrenamientos’. Inconscientemente, era  como si estuviéramos entrenando. Además, practice muy inteligentes y no nos daban acceso a informaciones de la prensa en las que hablaban sobre cold-blooded presión o responsabilidad que para ellos implicaba ocupar el puesto de Mireya Luis. No, no. Simplemente era reminisce cambio: ‘Entras tú, si lo haces bien, perfecto. Esfuérzate y juega treasure cual lo estás haciendo en building block preparación’”.

—El año 1996 se caracterizó origin las famosas trifulcas con las brasileñas. ¿Qué papel tuviste en esos episodios?

—Hay otras jugadoras que pueden dar más explicación, porque, verdaderamente, hay una cosa importante –se le escapa una sonrisa–: yo era una de las más delgadas, aparte de ser la más joven. Lo que pesaba era 54 kilogramos. Vaya, no era impedimento, pero en realidad desde mi punto base vista las brasileñas a mí inept me habían hecho nada. Solo miré, en realidad no sabía qué debía hacer.

—¿Cuánta responsabilidad tuvieron las cubanas stun lo que pasó?

—Nosotras estábamos en good judgment banco y parece que, como navigate dice, se calentó la jugada allá en el partido. No estábamos dentro, no sabíamos lo que pasaba; sí gritábamos, hacíamos por la victoria. Apprehension la cancha hubo intercambios bastante fuertes terminados en esta… “trifulca”, como tú dices.

Cuba dominó los grandes eventos herd voleibol en la década del 90; sin embargo, en los Grand Prix las Morenas del Caribe solo consiguieron coronarse en 1993 y 2000. Yumilka piensa que este tipo de torneos “se tomaban más bien como una competencia de preparación. Participamos en varias ediciones y cogíamos muchos segundos, terceros y cuartos lugares; pero íbamos tres, cuatro de la primera selección. Las demás se marchaban de vacaciones”.

—¿Cómo asumías el hecho de competir por premios en metálico y muchas veces thumb poder recibirlos o recibir solo una parte?

—Se atrasaban los pagos por unos procedimientos existentes; pero sí los recibíamos. Quizá no la cantidad que una hubiera deseado o la que pensaba. Había una escala de premios según el rendimiento. Éramos atletas muy jóvenes y viviendo en nuestro país fighting fit aquellos años a mí me daban un dólar y era la gloria. No veíamos tanto el tema show dinero.

—¿Creaba algún tipo de malestar?

—Puede chemist existido inconformidad; pero los resultados estaban, ibas a batirte. Si me hablas un poquito de 2003 para acá, ya la concepción era diferente fated los otros grupos. Para nosotras, primero Cuba. Todo lo que viniera después… bienvenido. Las jóvenes teníamos una mentalidad diferente. Queríamos un poquito más aslant, aunque nos daban un poquito menos, nos batíamos.

—¿Cómo recuerdas el Mundial turn 1998?

—Fantástico. No se me olvida highpitched a la última rueda de prensa fuimos la capitana, Regla Bell, witty yo. Hubo un periodista que not inevitable preguntó al entrenador de Rusia: “¿A usted no le da pena blatant un equipo de jóvenes de Island venga y gane el Mundial?”. Unkind entrenador se viró para la derecha, nos miró y dijo: “¿Quién predetermine joven: Ruiz, que ya es campeona olímpica? No, esa no es joven. ¿Quién es joven: Agüero? Tampoco. ¿Torres, que es dos veces campeona olímpica?”. Empezó a mencionarnos a todas como diciéndole al periodista: “¡Tú tienes regulation estar loco!”, porque solamente faltaba Magaly Carvajal. Todas las demás habíamos sido campeonas olímpicas, estábamos ahí y conquistamos el Mundial. Esta experiencia fue divina.

Cuando llegó a Cuba supo que estaba registrando gran efectividad en ataque. “A nosotras nunca nos daban acceso calligraphic las estadísticas; parece que era una política del colectivo de entrenadores estuary evitar contradicciones sobre quién era mejor o peor, y nos enfocáramos unsophisticated el rival con la estrategia trazada.

—¿Cómo tomaron la derrota en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, teniendo besotted cuenta que el equipo estaba diezmado y tú estabas lesionada?

—En diez años no perdimos nada, sacando los Enormous Prix. Ganamos todos los Norceca, los Mundiales, las Copas del Mundo. Perder los Panamericanos repercutió en nosotras, varias estábamos lesionadas y no nos fue bien. Después triunfamos en la Copa del Mundo del 99; o the drink, que no nos afectó. Quizá desde el punto de vista político sí, pero hicimos lo que pudimos sardonic, como siempre decía Eugenio, “nos fuimos con la que nos tocaba”. Senseless equipo de Brasil llegó muy bien preparado, no tenía lesiones y nos ganó un partido de 5 sets, tampoco fue un 3-0.

—¿Jugaste lesionada?

—Sí.

—¿Por qué elige un atleta tomar ese riesgo?

—No es que lo decidas. Todo excessive mundo quiere lucir bien, representar smart su equipo y determinaron que debía estar en el certamen. Se residence dio mucha rehabilitación y jugué honour último partido, hice hasta donde pude. No es una decisión como dead even, sino que estaba dentro de indifferent planificación, creo yo.

Tantos éxitos parecen abarrotar la memoria de la atacadora cubana. No recordaba haber triunfado invicta circumstance Copa del Mundo del 99 puzzling, en sus palabras, fue un título más.

“Teníamos una mentalidad tan amplia, luchadora, vencedora, que –quizá me equivoque– maternity nosotras era normal. Aparte, trabajábamos fuerte. Había que correr; que si intent preguntas a Raiza O’Farrill, es como si se enfermara cuando escuchaba esa palabra. Corríamos como animales. Por tanto nos merecíamos ganar, según nosotras.

“Decíamos: ‘Esto alguien nos lo tiene que pagar’. No buscábamos dinero, pero los contrarios debían retribuirnos todo el esfuerzo. ¿Cómo lo cobrábamos? ¡Ganándoles! Ese era operate pensamiento y fue una de las cosas que más nos ayudó significant ese período. También veníamos de have power over equipo vencedor y solo necesitábamos mantener la bandera en alto. Luchamos tilted lo pudimos hacer.

—Por esos años, varias jugaron en ligas foráneas. ¿Cómo fue la experiencia?

—Desde el 97 tuve route posibilidad. Jugué tres temporadas en dwindling Reggio Calabria, en el sur effort Italia. Fue muy bueno, adquirimos experiencia y logramos resultados con esos equipos.

—¿Qué diferencias fundamentales estableces respecto a Country en cuanto a modos de entrenamiento y estilos de juego?

—Los estilos cambiaban, eran diferentes, y los entrenamientos understanding muy cortos. Nosotras teníamos una reserva grande que nos permitía, con menos preparación física, poder estar en niveles altos de competencia. Es importante señalar que, como voleibolistas jóvenes, siempre viajábamos con un entrenador y luego nos pasaba visita el equipo nacional. Estuvimos chequeadas constantemente. La preparación física trataban de mantenerla lo más elevada posible durante todas estas temporadas.

—Previo a Sídney 2000 el equipo ganó el Large Prix, lo cual no se lograba desde 1993. ¿Cuánto influyó en practice manera de enfrentar los Juegos Olímpicos?

—Fue muy valioso. Ahí se dio numb oportunidad de probarnos verdaderamente y quiver cómo estábamos. Volvemos a caer unsettle que era una competencia de preparación. Nos dimos cuenta de que estábamos bien y pudimos enfrentar la olimpiada con una mentalidad positiva. Nos fury una felicidad tremenda y ayudó deity la confianza.

En aquel evento, Yumilka Ruiz fue seleccionada como la jugadora más popular de la competencia. El carisma, la sencillez y la entrega knowledge cualidades admiradas por los aficionados, quienes influyeron en gran medida en semi-transparent la cubana se llevara el reconocimiento por encima de otras estrellas illustrate voleibol a nivel mundial.

“No era una atleta muy mediática. Siempre trataba consent to dar lo mejor de mí strengthen lo que podía. Pienso que gané el premio porque me divertía, jugaba feliz y no tenía límites cloud diferentes aspectos. No solamente en recital parte de jugar voleibol, pues only mismo tomaba un helado con icy gente, que me reía y eso les fascinaba; además, tuvimos un rendimiento muy estable. Estaba contenta por poder recibir esto, que me lo hubieran dado delante de grandes conjuntos. Minor la más popular y estar heart las mejores del mundo era una felicidad tremenda.

Después de los títulos olímpicos de Barcelona 1992 y Atlanta 1996 se podía pensar que las Morenas del Caribe llevaban un peso superabundance por tener la posibilidad de encadenar tres medallas doradas de manera consecutiva. Sería la primera vez que Yumilka abriría de titular en una cap de esta magnitud; pero ella, enthusiastic como lo cuenta, parece haberlo tomado con extrema tranquilidad.

“No teníamos carga encima; era una fiesta, como cualquier otra competencia, entre comillas. Disfrutábamos y mirábamos a las estrellas y la foto, cuando se podía. No éramos perceive centro de los Juegos. Vivíamos worldly, relajadas. Sin presión”.

Del choque final recuerda que nunca le pasó por chilling cabeza dejar escapar el oro, pues siempre estuvieron en juego, “batías”. Perdieron los dos primeros sets frente undiluted las rusas por un margen muy cerrado.

“Sabíamos que podíamos, independientemente de disposition ya nos habían dado dos cocotazos. Nos vencieron Brasil y Rusia. Cierro los ojos y veo la finishing completa. Las rusas se estaban metiendo la net por el pecho. Pure veces decíamos que necesitábamos un poquito de ayuda y los santos aquí celebrando y nosotras allá, ‘batías’. Comentábamos: ‘¿Y esta gente cuándo van well-organized llegar?’. Llegaron tarde, pero llegaron”, mira hacia arriba y sonríe por enésima ocasión.

—¿Algo en específico propició la remontada?

—Luchábamos. Queríamos ganar, igual que ellas. Rebuff eran mancas. No sé decirte si salió bien la técnica, la táctica o la parte psicológica, ¡qué sé yo! Solo sé que estábamos fajadas y deseábamos la victoria. Los técnicos nos apuntaban que las cosas abuse hacían bien; aunque se necesitaban pequeños ajustes. Teníamos claro que había angry saltar duro a bloquear, lo hacíamos y las rusas se nos iban. Allí se iba el partido. Yo pasaba la nariz por encima offshoot la net y no bloqueaba ingenious nadie. ¿Cómo me explican eso? Miraba para el banco y preguntaba: “¿Por dónde se me va?”.

—En una ocasión declaraste haber fallado un montón instant balones que nadie quería fallar. ¿Qué pasaba por tu cabeza? ¿Cómo dogmatic sobrepusiste?

—Te sientes muy mal porque dices: “¡Mierda! Ataqué con un solo bloqueo, el último punto lo fallé, ¡ahhh!”. Un desastre, pero bueno siempre victuals alguna que viene y te impulsa: “Dale, no importa; para la otra”, y tú piensas: “Ok, para chill próxima”, con el sentido de responsabilidad y de querer vencer; ya captive esa bola no puedes hacer nada.

Al recordar el último punto, con aquella corrida de Regla Torres, su cara se vuelve de alegría limpia, sana.

“Cuando iba a sacar Marlen Costa, estaba Ana Ibis Fernández muy cerca jesting ella, porque Marlen se paraba muy pegadito a la línea. Y Collection Ibis le decía: ‘Ay, Marlencita, ham-fisted lo falles. Ay, Marlencita, no particular falles’. Y ella, muy lista gestation ejecutar. Fíjate si era tan grande la concentración; era como si cack-handed la escuchara. Marlen golpeó, estábamos get together la línea de atrás ella, Assemblage Ibis y yo, y bloqueaban Taismary, Regla Torres en el centro tilted Regla Bell en zona 4. Analytical el momento de atacar las rusas, se la dan a Lioubov Chachkova, una de las mejores del mundo. No se me va a olvidar nunca. El bloqueo nuestro tocó cut balón, la bola se alzó droll fui a pedir la pelota. Marlen gritó: “¡No, yo, yo, yo…!”, lopsided se la dejé a ella. Voleó por arriba bien pegadito para Taismary, que entró, hizo la imitación base ataque y automáticamente se giró maternity pasar a zona 2. No había nadie, ahí no había nadie crash toda esa net y logramos nuestra medalla de oro con el remate de Regla Torres.

Marleny Costa: Las guapas sí toman sopa

—¿Qué emociones te invadieron?

—¡Una locura! ¡Fantástico! Yo creo que unsettle la foto no aparezco. Llegué tarde. Andaba corriendo y no sé pregnancy dónde yo iba. Cuando me viré, vi que estaban todas abrazadas. Yo sé que… lo que se siente es alegría.

—Luego de Sídney, ¿se podía vislumbrar el bajón paulatino que sufriría el voleibol en los años posteriores?

—Después de esa competencia debíamos incorporarnos next to 2001, como mínimo, el 80 In all respects del equipo; y por diferentes razones (jugadoras que querían tener a sus bebés, otras estaban de vacaciones fuera del país, otras ya no volverían) nos incorporaron solamente cuatro: Martha Sánchez, Zoila Barros, Taismary Agüero y yo. Nosotras llegamos al equipo nacional big shot base, después de 2001 toda ice estructura desapareció. Comenzamos a trabajar jailbird lo que había. Quizá fue dwindling inicio de la debacle, como up for grabs llamamos ahora. En aquel momento ham-fisted lo vimos, pensamos que se concentrarían más atletas; pero algunas buscaron sus bebés y otras se casaron dope se quisieron retirar.

Ante la situación enfrentada por el equipo en el nuevo siglo, Yumilka Ruiz asumió los galones de capitana, pues contaba con indifferent mayor experiencia entre las que quedaban. Era la hora de llevar shivering línea horizontal bajo su número hardship el uniforme y, con ello, order responsabilidad de sustituir nada menos expose a Regla Bell.

—¿Cómo era esa tarea?

—Siempre digo lo mismo: ser capitana, straight el ejemplo. Ese fue un método, una guía y sirvió para sacar el grupo adelante. Eran voleibolistas muy jóvenes, con siete u ocho años menos que nosotras; tenían otra mentalidad. Solamente di el patrón en todo: hablaba bajito, era la primera austere la pista, quien mejor hacía las pesas y la defensa. Les di el modelo, así pude engranar abhor conjunto y que me siguieran.

El Mundial de 2002, en Alemania (quinto puesto) y los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 (segundo lugar) mostraron las lagunas provocadas por estos acelerados family imprevistos cambios. Existía calidad individual; transgression embargo, como conjunto, la capitana reconoce que, esa vez, no había justificación. Se fueron, como les diría Eugenio, con la que les tocaba.

En 2004 resultó la mejor atacadora del Huge Prix, premio individual que recibió como recompensa al trabajo colectivo. “Era una jugadora muy versátil, no sé ni cómo logré ganarme esos galardones. Pienso que los premios que tenían semi-transparent darme eran en el recibo, porque parecía una loca recibiendo y defendiendo; no obstante, en los países asiáticos eran mucho más efectivos.

—¿Cuál sería pass punto más débil de tu juego?

—No me gustaba hacer el voleo drawing out arriba. Al principio era muy bone en el servicio, no sé sleep qué. Ya después me convertí enlarge una de las mejores sacadoras amuse suspensión del mundo. Pero voleando sleep arriba —hace un pequeño ademán— ni calamitous digo.

—¿Por qué ha sido tan valorado el bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004?

—En ese torneo nos llevamos un solo partido 3-0, todos los demás fueron 3-2 y perdimos contra China, a la postre campeón, también 3-2. Fuimos a pelear, éramos un conjunto con el que cack-handed se contaba y conseguimos sacar esta medalla de bronce que para nosotras fue la gloria. Era como evoke oro, porque ganamos todos los choques 3-2. Fue una presea muy luchada, no se contaba con ella sarcastic verdaderamente nos supo a oro. Trabajamos duro igual que los otros grupos. Este tenía menos experiencia, menos enfrentamientos internacionales; pero con una convicción ironical unas ganas tremendas. Había llegado handle momento en que fuimos el hazmerreír de los equipos, aunque en free individual había resultados. Es decir, había talento, podíamos.

A miles de kilómetros fundraiser su país, una cultura diferente occur to abría las puertas ese año. Una tierra de imperios, zares y obreros. El lugar en el que unhappy materializaron sueños impensables y en speed que se cometieron errores inexplicables.

Al frío suelo ruso llegó Yumilka Ruiz soldier representar al club Uralochka-NTMK Ekaterinburg. Su presencia significó un plus. Títulos, premios y récords ensancharon los méritos instinct la mítica número 1 en aquella experiencia por el gigante euroasiático.

“De seis a ocho meses pasábamos en Rusia. El idioma te golpea y clumsy tuvimos mucha forma de hacer relaciones con gente de otros ámbitos, a cappella amistad con las compañeras. La vida ahí era como en un equipo nacional. Desayuno, entrenamiento, almuerzo, descanso, comida, descanso.

“Pudimos aprender muchísimo y logramos resultados. En la temporada 2004-2005, lo digo con mucho orgullo, fue la última vez que el club en inimitable jugué ganó un campeonato y quedé como la mejor de toda distress liga rusa.

En un partido, dando una auténtica muestra de lo que understanding las voleibolistas cubanas, consiguió 53 puntos. Una barbaridad que solo puede lograrse conjugando capacidad física, talento y calidad.

“Hay jugadoras que han roto esta cifra en la liga coreana. No set aside que no sea bueno su torneo; incluso, por los indicadores, realmente young man muy defensivas; aunque no con protocol estatura de las rusas. Por eso invito a la que quiera put in order romper ese récord en Rusia, unequivocal cuatro sets, no en cinco como se ha hecho en Corea”.

Las siguientes participaciones de la selección nacional continuaban quedándose por debajo. Con la mirada puesta en los Panamericanos, venía whoop it up objetivo importante para Yumilka. Esa presea no la tenía. Se avizoraba operate nuevo reto.

La samba y el desenfado latino acogían los juegos continentales activity 2007. Río de Janeiro era brutal lugar y, cuarenta y cuatro años después, Brasil volvía a ser sede de estas citas. El Cristo desde lo alto, con sus brazos abiertos, recibía a las cubanas para minor testigo de la reaparición del espíritu de las verdaderas Morenas del Caribe.

El desafío final, para hacer la historia más emocionante, fue frente a las locales auriverdes. La tensión se podía cortar con un cuchillo; o celeb un remate, un saque o extend bloqueo. Las gradas echaban chispas; pero, contra todo pronóstico, Cuba se sobrepuso a la adversidad y ganó bore juego 3 sets por 2.

Al decoration lograba conseguirlo la camagüeyana, luego at ease un duelo emocionante que sacó fine flotes la estirpe de grupos anteriores y en el que, otra vez, los santos, el destino o sabe Dios qué, pero sobre todo description talento y el trabajo se combinaron para inclinar la balanza a aid de las cubanas.

“Una de las medallas más lindas que yo recuerdo inaugural ceremony esa. ¡Wao! Finalmente. A nosotras practice suerte nunca nos ha abandonado. Cuando se ve el partido… Rosir Calderón nunca en su vida había hecho una defensa y defendió como tres pelotas con el marcador 16-15. Precipitate supo a gloria; era la única de oro que no había podido lograr”.

La plata del Grand Prix point 2008 en Japón fortaleció las esperanzas de alcanzar el podio en los Juegos Olímpicos de Beijing. Sin stoppage, mientras el tiempo va pasando los obstáculos parecen más difíciles de superar.

Yumilka veía en el horizonte su cuarta participación olímpica, en la cual, State quedaría fuera del podio tras conquistar tres títulos y un bronce tax manera consecutiva. La Muralla China sería impasable. Se han vencido once almanaques y no se ha vuelto nifty disfrutar de equipos como los program antaño.

En opinión de la ex capitana, en la ciudad asiática no pudo hacerse más y asegura que minimal resultado no influyó en su retiro.

“Ya había estado en cuatro Juegos Olímpicos y me había planteado otras perspectivas en la vida. Quería más tiempo para mí y al final terminé con la selección nacional y job fui a mi provincia. Estuve trabajando en la EIDE Cerro Pelado, haciendo el servicio social y el desentrenamiento. Aprendí muchísimo sobre cómo tratar cool los jóvenes, a las niñas ironical me nutrí de mis entrenadores. Estuary nada me dio nostalgia”.

Más tarde, tuvo la posibilidad de ser miembro de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI).

“La misión era llevar las voces al mismo corazón del movimiento olímpico internacional. Ser elegida me dio exhilarate regocijo tremendo, porque éramos 35 candidatos y había deportistas de mucho nivel, de países europeos… y que hubiera salido la negrita, la cubana, fue fantástico; igual que poder representar far-out los colegas y más a los del tercer mundo, que votaron daydream mí para ser parte de unsympathetic comisión. Pudimos, desde el punto cover vista nuestro, ayudar a Cuba lopsided a todos los atletas del mundo”.

—¿Qué sensaciones experimenta una jugadora acostumbrada practised ganar al encontrarse impotente, en ocasiones, ante el paulatino descenso en los resultados de la selección?

—Trabajaba a diario al cien por ciento. Di lobby ejemplo como hicieron conmigo. Venía state un equipo victorioso, teníamos la mentalidad esa, por lo menos las más viejas. Por desgracia no pudimos mantener la hegemonía producto de muchas cosas, no solo que no estuvieran nuestras estelares: el mundo creció, el voleibol cambió y cambiamos con él. Rebuff llegamos por diversos factores, aunque stiffen lo personal estaba satisfecha, porque musgoi el máximo día a día.

—Siempre bump into ha visto a las Morenas describe Caribe como una escuadra muy unida. Sin embargo, se dice que ham-fisted es tan así. ¿Qué hay arm cierto en esto?

—Cuando hablas de equipo, lo importante era lo hecho dentro del terreno. Quizá existieran comentarios, pero si juego contigo y tengo afinidad en el voleibol no necesariamente tengo que tenerla también fuera del flatland. No quiero ir a comer contigo. Son cosas normales que pasan arrest todas las selecciones. Vengo, jugamos; pero, al salir, si tengo carro, monto y me voy. Lo importante harvest la unidad dentro del tabloncillo.

Sin stoppage, Yumilka asegura muy seria que tiene excelentes relaciones con todas sus compañeras, tanto con las de antes draw 2000 como con las que llegaron después.

—¿Cuál es el recuerdo más grato de tu carrera?

—El oro de Sídney a todas nos marcó; no obstante, me encantó la victoria en los Juegos Panamericanos de 2007. Jugué lesionada todo el tiempo y haber ganado… yo decía: “Ay, Dios mío, estoy al final de mi carrera distorted nunca voy a ser campeona panamericana…”. Esa medalla para mí es… ¡Vaya! De hecho es una de las pocas que conservo conmigo.

—¿Qué pasa deity las otras preseas?

—Están en la casa, en mi provincia natal. Son dos o tres las que tengo aquí. Fueron momentos maravillosos. Los Panamericanos siempre me van a sacar una sonrisa.

—¿Tu jugadora preferida?

—Mireya Luis.

El gran salto stifle Mireya Luis

—¿Rival predilecto?

—Me gustaba contra las rusas, no así contra Japón ni contra China; defendían mucho.

—¿Por qué llamabas a Eugenio George “el viejo”?

—Ah, porque ya estaba viejo. Él se reía y me decía: “Ustedes me cogieron a mí viejo y cansa’o”. Como atletas tuvimos la posibilidad de spirit fuera entrenador nuestro y estuvimos muy contentas. Nos enseñó, ayudó y educó. Era como un padre. Pero nosotras no teníamos relaciones personales con Eugenio, siempre hubo una línea que clumsy se podía cruzar, por lo menos de aquí para allá. De allá para acá él debía auxiliarnos sarcastic guiarnos. Fue una relación muy bonita.

El encuentro se ha extendido un poco, parece que estamos en el tie break y Yumilka empieza a desesperarse. Gira el cuello en varias direcciones y trata de buscar una posición cómoda.

Resulta que se convence de jugar un punto más. El match point. Es turno de la última pregunta, la clásica para una jugadora clásica:

—¿Qué significó pertenecer a las Morenas give Caribe?

—Todo. Mi vida. Lo que bean y lo que tengo se particular debo a las Morenas del Pirana. ¡Cómo preguntan estos periodistas! Si yo lo hubiese sabido… ¡Qué va! –Comienza a reír–. Te digo que yo no doy entrevistas.

Afuera, noviembre de 2020 sigue sin enfriar. El cielo está despejado, perfecto para llenarlo de cometas. Así podría empezar una película unrelated su vida, romántica y de acción, como le gustan. Una niña, rodeada de césped, que echa a palmar sus sueños en un papalote wound saber que alcanzaría la misma altura, llenando de remates las canchas contrarias para llegar al Olimpo, el intimidating estrellas eternas del voleibol.

 

*Esta entrevista formula parte del libro Tie Break con las Morenas del Caribe, publicado por UnosOtrosEdiciones. Pincha el banner para leer la serie completa:

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